Intento dejar de preocuparme por esas cosas insignificantes. Intento. Pero a veces esto va más allá de mí, no puedo controlarlo, la decepción es un sentimiento tan triste, te mata por dentro. Eso que te decepciona pierde su valor, se convierte en algo tan simple, con tan poco valor. Nunca volverá a ser lo mismo. La impotencia y la bronca a veces nos consumen. Las cosas cambian.

Comentarios

Entradas populares